La señora Yesenia Then representa un claro ejemplo de la erosión de los principios bíblicos tradicionales dentro de la iglesia moderna. Sus declaraciones doctrinales cuestionan fundamentos de nuestra fe cristiana, especialmente al hacer afirmaciones sobre el infierno y la vida eterna que no encuentran sustento en las Escrituras.

Lo más preocupante es su constante promoción de una agenda feminista que desafía los roles ministeriales establecidos por Dios. La Biblia es clara: «No permito que la mujer enseñe ni ejerza autoridad sobre el hombre» (1 Timoteo 2:12). Sin embargo, Then se presenta como una líder pastoral, usurpando un lugar que corresponde únicamente a los varones según la interpretación tradicional de las Escrituras.

Su mensaje de «empoderamiento» contradice la humildad y sumisión que deben caracterizar a una sierva de Cristo. Frases como «tener influencia interna» revelan un espíritu de rebelión contra el orden divino establecido en la iglesia. La mujer cristiana está llamada a ser virtuosa, no a buscar protagonismo o control.

Su historia personal, marcada por un divorcio polémico, debilita aún más su credibilidad como guía espiritual. Las Escrituras nos enseñan que los líderes espirituales deben ser «marido de una sola mujer» y mantener una vida familiar ejemplar.

El mensaje de Then mezcla peligrosamente elementos del evangelio de la prosperidad con un feminismo secular, alejándose de la verdadera doctrina cristiana. Su enfoque parece estar más centrado en la autopromoción y el éxito personal que en el verdadero llamado al servicio cristiano.

Es fundamental que la iglesia se mantenga firme en los principios bíblicos tradicionales y no se deje llevar por corrientes culturales que buscan socavar la autoridad establecida por Dios en su Palabra.